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El camino de un emprendedor está lleno de altos y bajos. Es una ruta en la que aparecen desafíos y barreras, pero también aliados que ayudan a mantener el paso firme y encendida la llama del negocio.
Por lo mismo, los emprendedores suelen poner a prueba su resiliencia constantemente.
“Es fundamental hacer algo que te guste, algo que realmente te apasione. Hay una parte de obsesión que debe tener el emprendedor. Eso pasa, en general, cuando el dolor que estás tratando de solucionar para alguien más, lo viviste como un dolor propio”, introduce Cristian Tala, fundador de Pago Fácil –que vendió en 2021–, inversionista y mentor.
Esta es una característica compartida entre los emprendedores. Sebastián Castro, Gerente Clientes Pyme y Emprendimiento en Banco Bci, señala que hay al menos tres etapas que marcan la vida de un emprendimiento: “La etapa inicial, que es en la que se construye, la etapa de crecimiento y la de aceleración. Las necesidades son distintas, en la de aceleración, por ejemplo, los emprendedores quieren expandir su negocio y llevarlo al otro nivel, levantar capital, conectar con inversionistas e internacionalizarse”.
¿Cómo avanzar en cada etapa y hacer escalar un emprendimiento? Los expertos y emprendedores entregan sus recomendaciones sobre cómo alcanzar el siguiente nivel.
En 2012, Mario Palma junto a su hermano Pablo decidieron fundar Isolcork, una empresa especialista en soluciones sustentables para la construcción, en base a corcho, que tiene entre sus productos revestimientos para exteriores, sistemas de aislamiento térmico y membranas impermeabilizantes. Una idea que se gestó luego de estar un tiempo en Francia y que hoy los tiene presentes en Colombia, México, Ecuador y otros países.
“Pensamos que, si este era un problema de Concepción, nuestra ciudad, por qué no extrapolarlo a otras ciudades”, relata Mario Palma. La clave fue acercarse a distintas entidades para conseguir ayuda. “Llegamos a la incubadora de negocios de la U. de Concepción, y levantamos nuestro primer capital semilla que nos permitió hacer el prototipo”, dice. Como la idea se validó, llegaron a la aceleradora UDD Ventures en Santiago, levantaron dos fondos de Corfo y comenzaron a gestionar alianzas.
“Necesitábamos una cuenta para depositar el primer aporte de Corfo y llegamos a Bci. Empezamos en el programa Nace, avanzamos a la banca Micro y luego a Bci Empresarios. Ahora estamos entrando en este proceso de internacionalización a Estados Unidos. Desde los encuentros de emprendedores que hicieron en 2014, además del acompañamiento, todo ha sido valioso”, detalla el cofundador.
Sebastián Castro, Gerente Clientes Pyme y Emprendimiento de Bci, explica que ellos han identificado el acceso al sistema financiero como la barrera más recurrente para los emprendedores. “Cuando inician su empresa, lo primero en lo que nos piden ayuda es en el acceso al sistema financiero. En general, la banca tiene una deuda con los emprendedores, porque le exigen muchos requisitos incluso sólo para darle acceso a una cuenta para empezar a recaudar y hacer pagos”, introduce.
Por lo mismo, explica que el foco del programa Nace de Bci, en el que han pasado más de 16 mil emprendedores desde 2006, tiene el objetivo de atender a empresas en etapas tempranas y así darles acceso al sistema bancario, con productos como una cuenta corriente, tarjeta de crédito, línea de sobregiro y financiamientos, además de asesorías y acceso al ecosistema dependiendo de la etapa en qué estén. Para los negocios ya consolidados e innovadores, escalables y con ventas anuales sobre US$500 mil está el programa Nace Scaleup.
“Los modelos de negocios de alto impacto o de tipo Scaleup, deberían estar pensados para pivotear entre lo digital y lo físico. Que estén basados en datos y soportados en tecnología y no sólo en personas. Es clave que tengan la capacidad de ser escalable y que se pueda replicar en distintos mercados”, dice el Gerente Clientes Pyme y Emprendimiento de Bci.
Además, subraya que –en esta etapa– “es vital contar con el equipo adecuado que te ayude a desarrollar, pero también a manejar tu empresa, contratar buenos talentos, porque muchas pymes quiebran por enredarse en el mal manejo de equipos, financieros y contables”.
Además, subraya la idea de generar redes con otros emprendedores. “Por eso en 2019 lanzamos nuestro Centro Bci Nace, que es un espacio orientado a conectar emprendedores entre ellos y otros partners del ecosistema. Porque, así como cuando se está partiendo se necesita acceso a una cuenta corriente y luego capital de trabajo, también ayuda a crecer el conectarse con potenciales clientes o partners”, asegura.
Es una realidad que también han vivido los hermanos Palma junto a Isolcork. El cofundador destaca la importancia de haberse vinculado, por ejemplo, a Endeavor Chile, pues “nos dijeron que teníamos potencial y nos hicieron pensar en grande”.